1. El oxígeno aplicado sobre la piel de la cara promete disminuir las arrugas y las líneas de expresión. Al parecer, al mejorar la microcirculación de la zona tratada, mejora el aspecto general de los tejidos retrasando el envejecimiento y favoreciendo la creación de nuevas fibras de colágeno.

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2. La administración de oxígeno mediante cápsulas especialmente desarrolladas para ser ingeridas genera una limpieza de colon, lo que permite equilibrar el sistema digestivo, disminuir síntomas molestos como estreñimiento y, a la vez, adelgazar.

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3. También ayuda a combatir la celulitis. Por el mismo efecto sobre la circulación que mencionamos con anterioridad, la aplicación de oxígeno en las zonas con tendencia a acumular tejido adiposo, permite suavizar la apariencia de celulitis.

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4. En algunos spas existen camas de ozono, donde la persona descansa acostada luego de darse una ducha o haber pasado por el sauna. Prometen mejorar la calidad y textura de la piel del cuerpo.

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5. El Oxígeno Constituye Casi Dos Tercios de Tu Peso

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6. Otra característica interesante del oxígeno es que no quema a ninguna temperatura. Esto puede parecer extraño considerando que el oxígeno es necesario para quemar. El oxígeno es un oxidante, lo que significa que hace que otras sustancias sean más inflamables, pero no es inflamable en sí mismo.

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7. El oxígeno se disuelve fácilmente en agua. Es dos veces más soluble en agua que el nitrógeno. Este oxígeno, llamado oxígeno disuelto, sólo se puede tomar del agua, por lo que la solubilidad del oxígeno es extremadamente importante para mantener la vida acuática.

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